“Existe una relación amor-odio entre periodistas y gabinetes.”
Con estas palabras describió Carmen Porras, periodista de Hosteltur, la relación entre periodistas y profesionales de comunicación en el séptimo encuentro de Gabinetes vs periodistas el pasado jueves 12 de mayo en la Universidad Complutense de Madrid. Es cierto que la relación entre estas dos partes no es del todo sencilla, pero es innegable el hecho de que sin el otro la vida del otro sería mucho más complicada (quizás también más aburrida), y viceversa.
Lo que muchas veces se oye hablar a los periodistas es que el periodismo es la forma más pura y honesta de trasmitir información. Dentro del oficio del periodista es común pensar que lo único que se hace en las agencias y gabinetes de comunicación es promocionar los intereses de los clientes, y así hacer crecer los resultados económicos. Es verdad que en las agencias y gabinetes se trabaja para alguien, pero eso no significa automáticamente que a los profesionales de comunicación no les importarían nada los principios involucrados con la honestidad y el interés público. No es del interés de nadie de esconder datos, porque -como también se discutió sobre el caso de fraude de Volkswagen en la segunda mesa del evento (La crisis en el sector automóvil)– el daño que puede causar una mentira para tu marca y reputación es incontable. Las mentiras tienen las patas muy cortas.
Lo que también se mencionó en la conferencia fue que para los periodistas los profesionales de comunicación de diferentes empresas e instituciones son barreras en llegar al fuente. En mi opinión esto no tiene que ser solamente una cosa negativa. A veces puede ser más útil hablar con alguien quien sabe lo que decir y, incluso, lo que no. La comunicación bien pensada y precisa facilita el trabajo del periodista desde la colección de la información. La información no duerme nunca, y ganar tiempo a la hora de redactar un artículo vale oro.
También hay que tener en cuenta que en la era de networking es mejor no tener enemigos en el “otro lado”. Una amistad profesional entre un periodista y un profesional de comunicación puede resultar en cosas muy positivas. Un periodista atento y reputado puede llegar a ser el primer contacto de un profesional de comunicación en el caso de que salga alguna noticia dentro de su empresa/institución. Viceversa, un profesional fiable puede conseguir fortalecer la presencia mediática de la parte a la que representa a través de un periodista con el que tiene confianza.
Por suerte se puede decir que hoy en día la división estricta a periodistas y profesionales de agencias o gabinetes es bastante antigua. Como lo dijo la moderadora de la mesa de crisis en el sector automóvil, Nuria Alonso Losa-Martínez, los participantes de la mesa -es decir, ella más dos periodistas y dos profesionales de comunicación- eran “sobre todo amigos”. Quizás es la hora de dejar al lado las divisiones y diferencias y concentrarse en lo que une a las dos partes. Así, juntos, es posible crear información que sea de la más buena y precisa posible.